top of page

Condiciones laborales de la Mujer en México

La discriminación y violencia se sufre en todos los lugares del mundo. La igualdad entre géneros no solo es un derecho humano fundamental, sino también una herramienta indispensable para llegar a un mundo pacífico, próspero y sostenible. (ONU, S.F) Ante tal situación de desequilibrio entre géneros, el tema principal de este texto es la desigualdad de género que existe en el ámbito laboral en México y en las condiciones dentro de este sector en las que la mujer se desarrolla dentro del área laboral es impactante que no se ha logrado una equidad laboral en pleno siglo XXI donde la mujer se encuentra en una situación de vulnerabilidad, siendo discriminada y catalogada por su género y no por sus capacidades.


México sólo podrá posicionarse a nivel internacional cuando exista igualdad de género con las mujeres participando plenamente en la economía, la sociedad y la política. Se debe de reconocer la competitividad y la productividad de las mujeres mexicanas para poderlo potenciar de la manera correcta y que de esta manera se desarrolle una mejora en cuanto a condiciones de equidad. El gobierno ha comenzado a impartir las políticas públicas en el área de inclusión a las mujeres. Según informa INMUJERES, los reportes de registros han sido importantes ya que se ha logrado un avance notorio por la incorporación de la mujer a las actividades productivas y científicas, estos logros solo nos dicen que estamos avanzando y se está logrando mejorar la situación de equidad laboral en México, aún hay mucho por hacer y mucho por avanzar es importante concientizar a la población de la desigualdad y las injusticias que existen en nuestro país para no seguir repitiendo los patrones.


El rol que se le atribuye a la mujer es el del cuidado del hogar y de los hijos. La influencia de la religión ha estado presente en este proceso de transformación de empoderamiento del sexo femenino, en el medioevo se relacionaba a las mujeres que practicaban los remedios químicos con la brujería, por eso las mataban cuando a los hombres si se les reconocían los logros y descubrimientos científicos, esta cacería de brujas era meramente para el control de las mujeres, opacar aquellas que pensaban diferente y ocasionaban una alteración del orden social. Las mujeres por su parte en México durante este proceso de empoderamiento estuvieron enfocadas a la educación y el desarrollo de algunos trabajos específicos. Este proceso se respaldó por los planes de “modernización del sistema educativo” en donde el ministro José Díaz se escudaba en que “la desigualdad educativa entre hombres y mujeres no era exclusiva de México, sino que también sostenía que la educación femenina no debía orientarse a las carreras profesionales por dos motivos: la organización fisiológica de las féminas y su tradicional lugar en la sociedad.” (SEP, 2015).


La ausencia de la mujer en las profesiones era consecuencia de la dificultad de romper los rígidos principios morales y jurídicos que estaban influenciados por un contexto social donde la presión estaba presente a la hora de inscribirse en las facultades para ser parte de las “profesiones masculinas”. El hecho de que aún exista un desnivel en materia laboral se debe a tres cosas: la primera es la falta de entendimiento de la sociedad de entender que lo femenino y lo masculino es una construcción cultural en donde predomina la asignación de papeles diferenciales, pero no tiene nada que ver con las condiciones desiguales en espacios públicos y privados. Por otra parte, la incoherencia jurídica institucional y social que no quiere hacer frente a las nuevas necesidades de mujeres y hombres en sus relaciones laborales y su estado de bienestar, junto con que no quiere revisar las discriminaciones por sexo en referencia al desempeño laboral. La tercera causa es la influencia y el apego a la religión católica, este tema influye en su mayoría en los países de América Latina, en donde se mantienen los patrones tradicionales de familia y reproducción.


Aún bajo la influencia de estos hechos hace que la prosperidad y la posición de la mujer en el ambiente laboral sea desequilibrado en comparación con el hombre, pero es cierto que cada vez más las mujeres toman un papel protagónico elemental y significativo para la sociedad, es clave y necesario que se rompan los paradigmas sociales que existen en torno al aspecto laboral.


En cifras, la mayor desigualdad laboral de América Latina está en México: hay 94 hombres directivos por cada seis mujeres. (Quintero, 2018). La Asociación de Mujeres consejeras considera que en México se vive una desigualdad de género muy importante que se ve reflejada sobre todo en los puestos directivos. INEGI informa que el porcentaje de mujeres que forman parte de los consejos de administración se le reconoce una amplia brecha ya que el 6.1% son mujeres mientras que el 93.9% son hombres, de esta forma, se ve claro que las mujeres dedican más tiempo al trabajo no remunerado. (Quintero, 2018).


El sexismo es un término análogo al racismo. Este se da cuando hay jerarquización, desigualdades sociales y culturales sustentadas en la diferenciación entre sexos. Por lo tanto, el sexismo laboral es la discriminación que se da en el trabajo hacia un sexo en específico.


El sexismo no sólo abarca las limitaciones a las mujeres en el acceso a las plazas laborales, salarios inferiores por realizar las mismas actividades que los hombres y hasta el rechazo a las mujeres porque están embarazadas. Sino que también el sexismo se disfraza de protección, una manera más indirecta de practicarlo. En el ámbito laboral, el sexismo disfrazado de sobreprotección es algo que se refleja, sobre todo, en áreas como ingeniería, arquitectura y profesiones con actividades que son percibidas como ‘pesadas’, dice Daniela Gómez Javier, psicóloga social con formación en sexualidad y estudios de género, de la asociación M de Mujer.


México se encuentra entre los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con un alto índice de desigualdad laboral por género, debido a que 60% de las mujeres trabajadoras carece de protección social y derechos. La brecha laboral de género es de 35%, cuando en los otros países de la OCDE sólo corresponde a 17%, lo que posiciona al país en el primer lugar de desigualdad.


De acuerdo con los datos mostrados por el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, mediante la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (INEGI, 2007), en México, 84.2% de empleadores y patrones a nivel nacional fueron hombres; la tasa de participación económica de los hombres en general fue de 75.5% e, independientemente del sector laboral analizado, las mujeres percibieron un ingreso menor que el de los hombres por las mismas actividades.


Existen diferentes tipos de discriminación laboral y se mencionan algunas a continuación:


  • Discriminación directa: Situación en la que una persona es o ha sido tratada de manera menos favorable que otra en situación análoga o similar por razón de una causa de discriminación, es despedida o recibe acoso por razón de origen racial o étnico, religión o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual.

  • Discriminación indirecta: Situación en la que una disposición legal o reglamentaria, una cláusula convencional o contractual, un pacto individual o una decisión unilateral, aparentemente neutras, ocasiona o puede ocasionar una desventaja particular a una persona respecto de otras por las causas de género, color de piel, nacionalidad, maternidad, etc.

  • Discriminación por embarazo o maternidad: Constituye discriminación directa por razón de sexo todo trato desfavorable a las mujeres relacionado con el embarazo o la maternidad.

  • Acoso discriminatorio: Cualquier conducta no deseada relacionada con una causa de discriminación, que tenga como objetivo o consecuencia atentar contra la dignidad de una persona y crear un entorno intimidatorio, humillante u ofensivo. Puede darse a través de la intimidación psicológica (mobbing) o de la agresión física directa por parte de otra persona.

De acuerdo con una encuesta realizada por OCC Mundial (en México), 64 % de los profesionistas asegura que en la empresa en la que trabaja existe discriminación laboral. Analizando las respuestas de más de la mitad de los encuestados, las situaciones que generan mayor discriminación son:

  • -La edad (52 %)

  • -La apariencia física (52 %)

  • -La imagen personal (forma de vestir, de arreglarse, el uso de tatuajes o piercings, etc. – 53 %).

Asimismo, señalaron que también se discrimina por la orientación sexual (32 %), por la condición socioeconómica (31 %), tener una discapacidad (27 %), por género (25 %), y en menor medida, por religión (13 %) y cultura (12 %).


En la última década la mujer se ha empoderado y figurado en el ambiente laboral a comparación de años atrás, donde se tenía el estereotipo arraigado de que la mujer se dedicaba exclusivamente al hogar y a la crianza de los hijos. Es alarmante ver como la situación sigue en números rojos aún al ver las cifras de leyes y políticas públicas que se generan en torno al tema, precisamente para que la mujer no sufra ninguna situación desnivelada en materia laboral en comparación al hombre. Esto indica que las desigualdades no desaparecen sólo por decreto, se necesita tomar

acción lo antes posible y reformar las leyes, ya que las actuales no bastan. Así mismo se necesita modificar el sistema, instituciones, prácticas y discursos quienes son los que fomentan la desigualdad.


Se busca que con este tipo de informes en donde se plasman las situaciones reales se llegue a una concientización en la sociedad o por lo menos a aquellas manos a las que llegan y son expuestos estos tópicos que cada día deben de tener más protagonismo en la vida cotidiana.


Bibliografía:

ONU, (S.F) Objetivos de desarrollo sostenible, 5 igualdad de género. Recuperado de: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/gender-equality/


Instituto Nacional de las Mujeres. (2018). Empoderamiento de las mujeres. Recuperado de: https://www.gob.mx/inmujeres/articulos/empoderamiento-de-las-mujeres?idiom=es


SEP, (2015) “Historia de las mujeres en México.” Instituto Nacional de Estudios históricos de las revoluciones de México. Recuperado de: https://inehrm.gob.mx/work/models/inehrm/Resource/1484/1/images/HistMujeresMexico.pdf


Quintero, Laura (2018). “ La mayor desigualdad de América Latina esta en Mexico. SinEmbargo Recuperado de: https://expansion.mx/carrera/2017/01/03/el-nuevo-sexismo-en-la-oficinaOCCMundial. (8 de noviembre 2017).


Discriminación laboral en Meéxico: 6 de cada 10 lo viven. 12 de noviembre 2018, de OCCMundial Sitio web:



Por: Andrea Aguilar

bottom of page