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La economía circular como respuesta al cambio climático


Según la ONU el agua es el primer medio por que cual sentimos los efectos del cambio climático. Las temperaturas altas son más extremas, menos predecibles y se proyecta que las condiciones climáticas afectarán la disponibilidad y distribución de las precipitaciones, el deshielo, los caudales de los ríos y las aguas subterráneas, y se deteriorará aún más la calidad del agua. Las comunidades de bajos ingresos, que ya son más vulnerables a cualquier amenaza al suministro del agua, se verán más afectadas.


Por otro lado, según científicos afiliados a The Ocean Cleanup Foundation, la isla de plástico que ronda por el océano pacífico ya tiene un total de 1.8 billones de piezas de plástico con un peso de 80,000 toneladas.


Estos datos son alarmantes, pero, ¿Qué se puede hacer? ¿Qué solución se le puede dar a estos problemas? Aunque hay varias respuestas y diferentes acciones a tomar, una de ellas es la economía circular.


La economía circular es un concepto económico cuyo objetivo es la producción de bienes y servicios al tiempo que se reduce el consumo y desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía. Esto quiere decir que no solo se toma en cuenta la fabricación y uso de los productos, sino todo el ciclo de vida, desde los materiales que se utilizan para producirlo, el diseño, el proceso y recursos que se utilizan y lo que pasa después de su vida útil. Todo esto con el fin de minimizar los impactos ambientales.


Se basa en el principio de la cuna a la cuna, en el cual los residuos se convierten en recursos. Extiende la vida útil de los productos y los desechos pueden convertirse en materia prima para el siguiente ciclo.


Algunos de los beneficios de la economía circular son:


- Reducción de la producción de los recursos

- Disminución del uso de los recursos

- Limitar el consumo de energía

- Creadora de riqueza y empleo

- Lucha contra el cambio climático y limita los impactos medioambientales


Otro plus en la economía circular son las etiquetas verdes, que buscan informar al consumidor sobre las acciones que se tomaron para diseñar productos eco-eficaces y distinguir productos o servicios con un menor impacto ambiental. Estas generan valor sobre otros productos, muchos consumidores toman su decisión de comprar algún producto o servicio basado en el impacto que estos generan. Así que además de ahorrar en materias primas y recursos también se puede considerar como una estrategia de marketing y diferenciarse de otras empresas.


Ahora que todos estamos preocupados por el medio ambiente, las empresas tienen una gran responsabilidad y la economía circular es la manera de poder seguir produciendo productos, con un menor impacto ambiental.


En México algunas empresas están empezando a adoptar este modelo, un ejemplo es Heineken. Eduardo Aguiñaga líder de economía circular en Heineken México comenta: “En febrero de este año, inauguramos nuestra nueva planta en Meoqui, Chihuahua, la cual buscamos posicionar como el centro del primer Ecosistema de Economía Circular en México y Latinoamérica. Lo anterior, gracias a que opera bajo los principios de Economía Circular, cuenta con vidrios con celdas fotovoltaicas, planta de tratamiento de aguas residuales, así como planta de reclamación de agua. Esto permitirá que se convierta en nuestra planta más eficiente usando tan solo 2 litros de agua por litro de cereza producida. Además, generará biogás de la planta de tratamiento de aguas, que se usará para generar energía térmica. El objetivo de esta planta es el desarrollo regional mediante la creación de un sistema restaurativo que incentiva mantener los productos y materiales en su máximo nivel de utilidad”.


Imagina un mundo donde los residuos y la contaminación son cosa del pasado. Es hora de empezar a adoptar este modelo en México.

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