Es un hecho que todavÃa nos falta un largo camino por recorrer con respecto a la diversidad y a la igualdad de oportunidades que todavÃa, parece ser un reto.
Actualmente, se hace mucho hincapié en la diferencia salarial entre hombres y mujeres, pero la realidad es que es un problema mucho más profundo que incluye una profunda desigualdad étnica. Por ejemplo, en los Estados Unidos como expresa la fotografÃa. Una mujer asiática, gana más que un hombre que no sea asiático o blanco por el mismo puesto de trabajo. Este tipo de dinámicas tienen lugar no solo en este paÃs, si no en la mayorÃa del contexto internacional.
El trabajo deberÃa ser remunerado por el trabajo en sà y no por quien realiza el trabajo. Pareciera que los pagos se hacen con lo que socialmente se cree que vale una persona. Es responsabilidad del sector público el potenciar polÃticas que obliguen a las empresas a remunerar el trabajo de manera equitativa y fomentar una igualdad salarial. Pero también, es un compromiso corporativo el promover la equidad dentro de sus instalaciones para aumentar la productividad y la calidad dentro del trabajo.
Recordemos que los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, nos impulsan a luchar por un mundo mejor. El salario remunerado en igualdad de condiciones contribuirÃa a alcanzar directamente los siguientes objetivos:
Objetivo 5, Igualdad de Género
Objetivo 8, Trabajo decente y crecimiento económico
Objetivo 10, Reducir la desigualdad en y entre los paÃses
Objetivo 16, Promover sociedades justas, pacÃficas e inclusivas.