Cada 10 segundos muere una niña o un niño por
causas relacionadas con la desnutrición – The Hunger Project, México 2019
Una de cada nueve personas sufre de hambre en el mundo. En América Latina, existen 75 millones de personas que son víctimas de la pobreza, 37 millones de estas, son incapaces de acceder a una canasta básica y viven hambruna. El 60% de la población que padece de hambre es mujer y significa un tercio de las muertes infantiles.
“Para alcanzar la seguridad alimentaria, es necesario abordar sus distintas dimensiones, en particular la disponibilidad, el acceso, la estabilidad y la utilización de los alimentos" (FAO, 2019). La globalización, la urbanización y la volatilidad de precios en productos alimentarios son algunos de los retos que se deben enfrentar para asegurar la seguridad alimentaria de la población. Hay que recordar que cuidar el medio ambiente, también es cuidar nuestra fuente de alimentos.
Según la Agenda 2030, se necesita una profunda reforma en el sistema agrario y alimentario mundial además de combatir el cambio climático para evitar sequías e inundaciones en sectores agrícolas y productores de alimentos.
METAS
2.1 Para 2030, poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular los pobres y las personas en situaciones vulnerables, incluidos los lactantes, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año.
2.2 Para 2030, poner fin a todas las formas de malnutrición, incluso logrando, a más tardar en 2025, las metas convenidas internacionalmente sobre el retraso del crecimiento y la emaciación de los niños menores de 5 años, y abordar las necesidades de nutrición de las adolescentes, las mujeres embarazadas y lactantes y las personas de edad.
2.3 Para 2030, duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los productores de alimentos en pequeña escala, en particular las mujeres, los pueblos indígenas, los agricultores familiares, los pastores y los pescadores, entre otras cosas mediante un acceso seguro y equitativo a las tierras, a otros recursos de producción e insumos, conocimientos, servicios financieros, mercados y oportunidades para la generación de valor añadido y empleos no agrícolas.
2.4 Para 2030, asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, contribuyan al mantenimiento de los ecosistemas, fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías, las inundaciones y otros desastres, y mejoren progresivamente la calidad del suelo y la tierra.
2.5 Para 2020, mantener la diversidad genética de las semillas, las plantas cultivadas y los animales de granja y domesticados y sus especies silvestres conexas, entre otras cosas mediante una buena gestión y diversificación de los bancos de semillas y plantas a nivel nacional, regional e internacional, y promover el acceso a los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales y su distribución justa y equitativa, como se ha convenido internacionalmente.
2.a Aumentar las inversiones, incluso mediante una mayor cooperación internacional, en la infraestructura rural, la investigación agrícola y los servicios de extensión, el desarrollo tecnológico y los bancos de genes de plantas y ganado a fin de mejorar la capacidad de producción agrícola en los países en desarrollo, en particular en los países menos adelantados.
2.b Corregir y prevenir las restricciones y distorsiones comerciales en los mercados agropecuarios mundiales, entre otras cosas mediante la eliminación paralela de todas las formas de subvenciones a las exportaciones agrícolas y todas las medidas de exportación con efectos equivalentes, de conformidad con el mandato de la Ronda de Doha para el Desarrollo.
2.c Adoptar medidas para asegurar el buen funcionamiento de los mercados de productos básicos alimentarios y sus derivados y facilitar el acceso oportuno a información sobre los mercados, en particular sobre las reservas de alimentos, a fin de ayudar a limitar la extrema volatilidad de los precios de los alimentos.
Situación nacional según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo México (PNUD) y The Hunger Project Mexico.
En 2014 en México 28 millones de personas viven en pobreza alimentaria.
En agosto de 2015, se identificaron 6.2 millones de personas en pobreza extrema con carencia de acceso a la alimentación.
A pesar de ser la economía 15 del mundo, 46.2% de la población vive en pobreza, mientras que el 9.5% vibre en pobreza extrema.
Siete de cada diez personas no tienen acceso a productos o servicios para satisfacer sus necesidades básicas.
Tres de cada diez personas no tienen el ingreso suficiente para comprar una canasta básica.
Según la OCDE, México es el segundo país con mayor desigualdad económica.
El 23.3% (27 millones) de la población vive en pobreza alimentaria y el 12.5% sufre desnutrición crónica.
Las propuestas del Gobierno Federal para lograr este objetivo son las siguientes:
Sociedad: No desperdicies alimentos.
Iniciativa privada: Utiliza prácticas sostenibles en la producción de alimentos.
Academia: Fortalece la investigación, colabora para crear soluciones innovadoras y apoya en la medición del impacto.
Gobiernos: Asegura el acceso de todas las personas a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año.
Tips para implementarlo en tu empresa:
Campañas de concientización para erradicar el desperdicio de alimentos.
Salarios dignos que permitan a los colaboradores acceder a la canasta básica y acceso a una alimentación rica en nutrientes.
Promover una alimentación sana y nutritiva dentro de tu equipo de trabajo.
Apoya la producción de alimentos sustentables y revisa la procedencia de los alimentos que consumen en cafeterías o eventos de la empresa.
Para más información sobre el Objetivo 2 visita: https://bit.ly/2IyxOPY
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